Entre unos sueños

Hay algunas respuestas que no caben en las palabras. Casi siempre parecen caber en la piel. Normalmente caben en las acciones, o se caen por ellas. - Revolviendo las letras -

Hay un lugar que me reservo, el lugar de mis sueños.

Ellos son también un destino, de esos versátiles, que tienen la propiedad de la dulzura y comodidad como en una nube; y la posibilidad de la incomodidad y la apatía como en medio de un llanto. Que tienen la posibilidad de la soledad entera, o la compañía eterna. Todo es un mismo espacio. Que tiene diferentes tiempos y es por eso que se torna por momentos, más maravilloso.

Ahora te pasas en medio, y se desordena la vida porque no encajas sino que parece que te atraviesas. Arrasas a tu paso con la armonía y generas un caos pretensioso que no pretende nada.

Yo no quiero que mis sueños sean tu destino, porque es un desatino lo que sucede porque te has presentado. Ya no quiero que este tu voz, porque es una inconsistencia todo ahora que sin buscarlo te tejes en ellos. Yo no quiero que sean tu refugio, porque te atraviesas sin armonizar, como cuando se destemplan los dientes ante un sonido inesperado.

Ya no quiero que seas la luz que opaca el fuego en mis sueños. Prefiero que seas el silencio que se posa sin estar.