Un rincón pequeño para llorar

Buscando un rincón pequeño para llorar

donde sin importar el volumen de mi llanto

nadie lo escuche.

Donde mostrar mi tristeza -y que no se vea-

una que me persigue hoy, que me mal aconseja

una que me tiene atrapada

y que no me deja respirar, ni sonreír, que casi no me deja vivir.

Un rincón donde dejar el llanto

para no cargarlo en medio del silencio

que deja a la luz cualquier secreto.

Un espacio donde en principio

quepamos mi llanto y yo

por unas horas

y en donde eternamente

pueda reposar ya sin mí.

San Agustín, Huila, Colombia. 2011

Día 8. De los lazos.

Y dice la canción... Barcelona (Guillia y los Tellarini) "hace un calor que me deja fría por dentro..."

Barcelona Septiembre - 2011

Yo, que me ato a los sentimientos propios y a los ajenos

en un abrir y cerrar de ojos,

no definí si atarme o no previo a iniciar este camino,

ahora veo con sorpresa que no definir es quedarse atado

un poco atascado y con poca probabilidad de liberación.

Descubro que no saber cuál es el lazo

fortalece las cadenas

mientras que reconocer de manera transparente las cadenas,

logra liberar un poco.

Hoy, que ya tengo claro que es de día

aunque yo a veces creyera que es de noche,

me atrevo a buscar un nuevo rumbo 

que no tenía antes frente a mis ojos y que 

no ha contemplado aún su mirada.

Ya contar los días es un lazo

así que será el último día contado.

Ya nombrarle y esperarle es lazo

así que quedará todo a un cierto azar 

(y la frase de ayer fue ¿y si toda la vida se debiera al azar...?).

Y es que la canción dice también "qué bonito sería tu mar si yo supiera nadar"

No solo la música me da el contexto 

Té de vainilla y caramelo

Queso fresco

Olor a rosas y eucalipto 

Y de banda sonora Ricardo Arjona - El amor -

Otro día 1. Como es que la vida empieza tantas veces...

Día 1. El juego de los días que no se acaban. 17 y 18 de septiembre.

Se ha convertido en un juego de tiempo esto de estar aquí en donde estoy ahora, en donde no estaba ayer, ni hace dos días y en donde finalmente no estaré mañana. Se ha convertido en un juego estar ya de mañana cuando a penas debería estar acabándose el día.

He llegado a Madrid –destino 1- y he corrido para alcanzar a ver el final de la tarde que ocurre en lo que para mí solía ser la noche. Y he corrido una vez más para ver la mañana, en lo que para mí solía ser... no ser, por vivirlo dormida.

Insisto en que debe haber un juego perverso de tiempo que no podré hacer empatar.

Aeropuerto Barajas - Madrid

Por ahora se ha quedado la sorpresa y la emoción de la llegada sin muchas imágenes para plasmar el momento; queda solo lo que me he trazado como recuerdo pero ha quedado con demasiados matices. Pintar ese recuerdo dará para muchas imágenes, todas distintas, cada vez que las pinte serán aún más distintas.

Pintar con palabras será otra forma y me será imposible evitar que cada uno al pintarlas dibuje un paisaje distinto.

Imagina... 6 horas de retraso de un vuelo que dura 10 y para el que tenía tres previas de preparación. 19 horas de ansiedad... me voy, ya no me voy, voy a llegar, ya voy llegando, he llegado a mí destino.

Una sonrisa acompañante desconocida que por más que era de noche no dormía.

Una sonrisa de bienvenida.

Un recorrido rápido por calles, buses y metro con explicaciones casi desapercibidas por la memoria. Y un acostarsse a dormir cuando para mí, realmente, era de día. No había tomado el desayuno hacía tanto tiempo cuando tuve que irme a buscar que los sueños se aparecerieran para seguir haciéndolos realidad...

Banda sonora