paradójicamente,
tampoco palabras.
Voy a dedicarte los últimos silencios profundos
que quedan cuando te recuerdo.
Voy a escribirte las últimas palabras
antes de que el juego entre mis letras
pierda todo sentido.
Curiosamente,
alguna vez perdí por ti el sentido
ahora que lo he recuperado encuentro
que todo en ti
carece de él.
Voy a dejarte expuestos
mis últimos suspiros
con la esperanza de que al desvanecerse en ti
regresen a su origen
y carezcan de posibilidad de retorno.
Y que no vuelva a florecer... |